La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a seis años de prisión a Hafida R., la mujer de 32 años acusada de asesinato en grado de tentativa por dejar en enero de 2008 a su bebé de apenas cuatro días de vida junto a un contenedor de basura.
Este se encontraba en la confluencia de dos céntricas calles de la capital almeriense, y el recién nacido estaba escondido, a su vez, en el interior de una bolsa de plástico.
La sentencia aplica a la procesada la agravante de parentesco, aunque rebaja la pena de diez años y seis meses interesada por el fiscal al estimar que no realizó "todos los actos para producir su fallecimiento inmediato". No obstante, subraya que el poco periodo de tiempo que transcurrió entre el alta hospitalaria y el abandono "pone de relieve que fue una decisión reflexiva adoptada previamente".
El tribunal de la Sección Tercera sí apunta que hubo en Hafida R. "intencionalidad de dar muerte" a su hija ya que, tal y como le reprocha, prefirió "dejarla abandonada a las inclemencias del tiempo con gélidas temperaturas" y "a todo tipo de vicisitudes" en lugar de "dejarla en mano de instituciones sin exponerla a ningún peligro", y "renunciando así a su maternidad y a la vergüenza familiar" que alegó ante la sala para justificar su acción.
Indemnización de 30.000 euros
El fallo, recurrido en casación ante el Tribunal Supremo (TS) por el letrado que ejerce la defensa de la procesaba, le condena, asimismo, al pago de una indemnización de 30.000 euros a la pequeña por daño moral, como solicitó el Ministerio Público, y le inhabilita durante seis años para ejercer la patria potestad que tiene reclamada frente a la Junta de Andalucía ante el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Almería.
Hafida R., quien enfrentaba una petición fiscal inicial de 14 años de prisión, dejó a primera hora de la tarde del 31 de enero de 2008 a su hija recién nacida "tan solo cubierta con una sábana y una manta de nulo abrigo" junto a un contenedor de basura ubicado en la esquina de la Plaza Masnou y la calle Real de la capital almeriense. Durante el juicio afirmó que lo hizo movida por el "miedo a su familia" al haber tenido una hija sin estar casada.
Fue un viandante el que "afortunadamente" observó como una "manita" salía por un hueco en la bolsa de plástico de color marrón en la que estaba metida la víctima y procedió a dar aviso a una mujer, que le prestó los primeros auxilios hasta la llegada del 061 y la Policía Nacional, que lograba detener a la acusada en Toledo un mes después.
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